¿Qué es un riesgo geológico?
Según una definición de la UNESCO, el riesgo es la posibilidad de una pérdida que puede concernir a vidas humanas, a la propiedad o a la capacidad productiva. El riesgo puede ser considerado como el producto de tres factores el valor, la vulnerabilidad y la peligrosidad.
El valor puede expresarse por el número de vidas humanas, por el valor económico de una propiedad o por la capacidad productiva que están expuestas a peligro.
La vulnerabilidad es una medida de la proporción del valor que se supone puede perderse como consecuencia de un determinado evento.
La peligrosidad puede definirse como la probabilidad de que una determinada zona se vea afectada dentro de un cierto período de tiempo por un fenómeno geológico destructivo.
De estos tres factores, el valor y la vulnerabilidad pueden estimarse fácilmente, pero la peligrosidad puede resultar muy difícil de cuantificar, especialmente en algunos fenómenos geológicos cuyos datos de observación y evolución resultan insuficientes para predecir un fenómeno.
Los procesos son el conjunto de fases sucesivas de un fenómeno natural. Pueden ser definidos en función de los agentes que intervienen en ellos, sus acciones y sus resultados.
Los sucesos son las manifestaciones de un proceso en momentos o lugares determinados.
Las catástrofes son el resultado de sucesos imprevistos que afectan gravemente a las actividades humanas.
En algunos estudios sobre riesgos se establecen diferencias entre los conceptos de peligro y riesgo: el peligro sería la interacción de los fenómenos o circunstancias naturales y la sociedad humana. El riesgo tendría además en cuenta el coste económico de los daños que se derivan de los peligros. En España se suele utilizar la palabra riesgo con ambos significados.
El estudio de los riesgos naturales incluye la evaluación de las posibles interferencias entre la naturaleza y el hombre; intenta conocer y controlar los procesos, establecer predicciones sobre los sucesos y prevenir las catástrofes.
Los factores de riesgo son los condicionantes que pueden facilitar o provocar un suceso catastrófico en el desarrollo de un proceso.
La predicción y la prevención de las catástrofes naturales tratan de identificar los procesos y los factores de riesgo que pueden suponer un peligro para la población en una zona determinada.
Un aspecto importante en el estudio sobre los riesgos es el tiempo de retorno estimado de cada tipo de suceso. Un tiempo de retorno de 100 años, por ejemplo, significa que el suceso se puede producir una vez cada 100 años, aunque no es seguro que suceda exactamente con esa periodicidad. La falta de datos impide hacer predicciones para tiempos de retorno muy amplios, por eso se suelen calcular los riesgos que pueden aparecer con tiempos de retorno menores de 500 años. Algunos fenómenos, como las erupciones volcánicas, los impactos de grandes meteoritos y los cambios climáticos tienen tiempos de retorno mucho mayores.
El análisis de los riesgos debe extenderse a los de carácter secundario, generalmente relacionados con la presencia del hombre en las zonas afectadas (destrucción de las infraestructuras, problemas de transporte, falta de atención sanitaria, posibilidad de epidemias, carencia de agua potable, alimentos o refugios y peligro de incendios).
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