En el post de hoy trataremos de facilitar al usuario una decisión nunca fácil como es la de elegir la caldera más apropiada. Para nuestro caso antes de empezar hace falta recordar que desde el 26 de septiembre de 2015 ninguna caldera puede superar los rendimientos del 100% por el hecho de que se ha empezado a trabajar con el índice PCS o poder calorífico superior en vez de con el PCI o poder calorífico inferior.
Qué hay que tener
en cuenta al comprar una caldera de gas
La
compra de una caldera de gas es una de las decisiones más importantes que
tomará en relación con su hogar. Tienes que decidir qué tipo de caldera es la
adecuada para ti, y también tienes que tener en cuenta el tamaño y el
presupuesto de tu casa. Hay una gran variedad de calderas de gas disponibles,
por lo que es importante elegir la que se ajuste a sus necesidades. También
debes asegurarte de consultar las opiniones antes de comprar, ya que muchas
personas han tenido buenas experiencias con determinadas marcas.
¿Qué tipo de
caldera me conviene?
Hay
tres tipos de calderas: eléctricas, de gas y de aceite. Las calderas eléctricas
son las más comunes y utilizan energía para convertir el agua en vapor. Las
calderas de gas utilizan gas natural para crear calor, y las calderas de
petróleo utilizan aceite o petróleo para crear calor.
El tamaño de su casa también afectará al
tipo de caldera que elija. Las calderas que son lo suficientemente grandes como
para caber en una habitación pequeña pueden no ser tan importantes para usted,
pero las que son más pequeñas pueden ser más adecuadas para una casa con un
presupuesto menor.
Por último, debe tener en cuenta sus
necesidades en cuanto a los niveles de ruido. Algunas calderas son más ruidosas
que otras, por lo que es importante decidir qué tipo de ruido quiere que haga
su caldera.
¿Cuánto dinero debo
gastar en una caldera de gas?
El
tamaño y el presupuesto de su casa influirán en la cantidad de dinero que debe
gastar en una caldera de gas. Una caldera de gas grande y cara podría merecer
la pena para una casa grande. Una caldera de gas pequeña y económica podría ser
perfecta para una casa más pequeña o para personas que no tienen mucho espacio.
Es importante elegir el tipo de caldera de gas adecuado para tu casa, así que
asegúrate de investigar antes de comprar.
¿En qué tamaño de
vivienda necesito una caldera de gas?
El
tamaño de su vivienda dependerá del tipo de caldera que vaya a adquirir. Una
casa pequeña puede no necesitar una caldera de gas, mientras que una casa
grande puede necesitarla. Además, es posible que tengas que elegir un modelo
que sea compatible con el sistema de calefacción y refrigeración específico de
tu casa.
¿Qué tipo de
aislamiento debo comprar para mi caldera de gas?
Debe
elegir el tipo de aislamiento que mejor proteja su casa del calor y las llamas
provocadas por su caldera de gas. Las calderas eléctricas utilizan una pequeña
cantidad de electricidad para calentar el agua, lo que puede provocar un
incendio. Las calderas de gas utilizan gas natural para cocinar, lo que también
puede provocar un incendio. Si no tiene ninguna protección contra este tipo de
incendios, puede optar por una caldera eléctrica.
¿Qué tipo de
combustible debo utilizar para mi caldera de gas?
Hay
una variedad de combustibles diferentes que puede utilizar para su caldera de
gas, dependiendo del tipo de caldera que elija. Puede utilizar gas natural,
propano o carbón. Cada tipo de combustible tiene sus propias ventajas e
inconvenientes.
Por ejemplo, el propano es un gran
combustible para las calderas de gas porque es relativamente fácil de encender
y produce muy poco humo. Sin embargo, el propano puede ser caro de comprar y
las primas pueden ser más altas que las de otros combustibles.
Por otro lado, el gas natural es un
combustible muy popular para las calderas de gas porque es fácil de encender y
no produce ningún humo. También es muy asequible, por lo que es una gran opción
para las casas o apartamentos más pequeños.
También debes tener en cuenta el tamaño de
tu casa a la hora de elegir una fuente de combustible. Es posible que una casa
pequeña no pueda albergar una caldera de propano, mientras que un apartamento
podría albergar una caldera eléctrica o de carbón.
¿Cuáles son los
riesgos asociados al uso de una caldera de gas?
El
uso de una caldera de gas conlleva algunos riesgos. El primer riesgo es que no
puedas utilizar tu caldera porque esté anticuada o se haya dañado en un
accidente. Si no puede utilizar su caldera, es posible que tenga que recurrir a
otro tipo de fuente de calefacción. Además, si tiene que recurrir a otro tipo
de fuente de calefacción, es posible que también tenga que adquirir una nueva
caldera.
¿Qué es el poder calorífico inferior y el poder calorífico superior de una caldera de gas?
El poder calorífico inferior es el calor generado en la combustión sin tener en cuenta la energía de la condensación del agua, por este motivo cuando se trabaja con el PCI (poder calorífico inferior) los rendimientos eran superiores al 100% en calderas de condensación, pero actualmente al utilizar el PCS, que sí tiene en cuenta la energía de la condensación del agua, los rendimientos no pueden ser nunca mayores al 100%. Este es un concepto muy importante a la hora de comparar los rendimientos de las calderas en el mercado actual.
¿Qué tipos de calderas de gas debemos conocer para elegir la caldera que necesitamos?
Aclarado este punto, vamos a hablar de los tipos de calderas que existen, actualmente existen calderas de tiro natural, calderas de circuito estanco y calderas de condensación. El primer modelo el de las calderas de tiro natural son las caderas más clásicas cuya salida de humos se encuentra en el tejado del inmueble a través de una chimenea.
Son las más antiguas y su rendimiento no pasa de 70% sobre el PCS. También es importante recordar que esas caderas pueden dar problemas ya que los gases de combustión podía salir hacia el local en el que se encuentran instaladas.
El segundo tipo de caldera es la caldera de circuito estanco. La cámara de combustión de estas calderas están aisladas del local en el que se encuentra y tomarán el aire del exterior de la vivienda para la combustión expulsando los gases después también al exterior. Este tipo de calderas no condensan y tienen rendimientos cercanos al 80% sobre el PCS.
El último tipo del que vamos a hablar son las calderas de condensación. Estas calderas trabajan a temperaturas bajas ya que condensan el vapor del agua presente en los gases de combustión para precalentar el agua entrante que se quiere calentar, de esta forma pueden llegar a obtener hasta un 98% de rendimiento según la temperatura de trabajo, es decir, de los emisores de calefacción, añadiendo a la caldera de condensación elementos adicionales de regulación como los termostatos modulantes obligatorios en obra nueva o válvulas termostáticas en el circuito de la calefacción y así lograremos mejorar aún más la eficiencia de los sistemas.
Los rendimientos traducidos en eficiencia energética vienen indicados en la etiqueta energética que todas las calderas de menos 70 kilovatios tienen que mostrar obligatoriamente en sus procesos de comercialización.
¿Qué potencia necesitaremos para elegir la caldera de gas?
Ya hemos elegido el tipo de caldera pero ahora ¿qué potencia necesitaremos? en primer lugar debemos entender que hay calderas de calefacción, calderas de agua caliente sanitaria y calderas mixtas que abastecen ambas demandas. Estas últimas nunca abastecen ambas demandas al mismo tiempo sino que suministran una u otra, priorizando el agua caliente sanitaria. A la hora de elegir la potencia de una caldera existen calderas instantáneas, calderas instantáneas con microacumulacion y calderas de acumulación. En la producción instantánea es vital la potencia, estos sistemas funcionan calentando el caudal del agua que el usuario demande en cada momento y cuanta más potencia más caudal de agua, por ejemplo una caldera de 25 kilovatios calienta un total de 13 litros por minuto y una temperatura normal de ducha que sirven para tener un lavabo y una ducha simultaneos.
El problema que tienen los sistemas instantáneos es que las variaciones de caudal generan una peor calidad térmica del agua y para que estás variaciones de caudal no afecten a la temperatura final de la demanda existen las caderas instantáneas con microacumulacion. En los sistemas de acumulación en cambio la potencia tiene menos importancia ya que el agua caliente se acumula. Debemos tener en cuenta que lo importante a la hora de elegir un acumulador no es solo el volumen sino el sistema que utilicen.
Como apunte hay que mencionar que en estas calderas tal y como hemos comentado mientras el acumulador se calienta no lo hace el sistema de calefacción, pero en los acumuladores bien diseñados, el proceso de calentamiento de los mismos es muy rápido por lo que no afecta la calefacción.
Para terminar el post recordaremos que el reglamento de instalaciones térmicas en los edificios o RITE obliga a que todas las calderas con una potencia nominal menor de 70 kilovatios realicen obligatoriamente una revisión cada dos años. Desde Inevid aconsejamos realizar estas inspecciones con el servicio técnico oficial del fabricante de la caldera ya que es el que mejor conoce el producto.
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