¿Qué son Las glándulas paratiroides?
Las glándulas paratiroides son unas masas pequeñas y redondas que se localizan en la superficie posterior de la glándula tiroides. Producen la hormona paratiroidea o parathormona que, junto con la calcitonina, desempeñan un papel fundamental en la regulación de la concentración de los iones de calcio y fosfato.
Los huesos son depósitos de calcio y fosfato que se renuevan continuamente, de modo que cada año se remodela entre un 5 y un 10 por ciento de todo el hueso. Este proceso permite a nuestro esqueleto modificarse en respuesta a lo que se le exige: por ejemplo, los huesos que sostienen cargas pesadas se engrosan. La remodelación ósea es el resultado de la acción antagónica de dos tipos de células: los osteoclastos, que disuelven la matriz ósea y liberan calcio y fosfato a la sangre, y los osteoblastos, que producen las fibras de la matriz ósea y se mineralizan mediante depósitos de fosfato y calcio.
Dentro de la glándula tiroides se localizan las glándulas paratiroides, productoras de la hormona paratifoidea, que hace aumentar la concentración de calcio en la sangre. El tiroides segrega la hormona calcitonina para disminuir el nivel de calcio en la sangre.
La remodelación del hueso permite al cuerpo mantener los niveles constantes de calcio en la sangre, indispensable para procesos como la coagulación sanguínea, el impulso nervioso y la contracción muscular. El nivel de calcio en sangre se mantiene por la acción de dos hormonas que controlan su absorción, su acumulación y su liberación, la calcitonina y la parathormona.
Cuando disminuye la concentración del calcio en sangre, la glándula paratiroides aumenta la producción de la hormona parathormona, que estimula a los osteoclastos para que liberen calcio a la sangre.También aumenta la reabsorción de calcio desde los ríñones hacia la sangre. Por otro lado, un aumento de la concentración de calcio en la sangre es detectado por la glándula tiroides que secreta calcitonina. Esta hormona mantiene los niveles de calcio en sangre inhibiendo la acción de los osteoclastos, disminuye la absorción intestinal del calcio y favorece su excreción por los riñones.
Los huesos son depósitos de calcio y fosfato que se renuevan continuamente, de modo que cada año se remodela entre un 5 y un 10 por ciento de todo el hueso. Este proceso permite a nuestro esqueleto modificarse en respuesta a lo que se le exige: por ejemplo, los huesos que sostienen cargas pesadas se engrosan. La remodelación ósea es el resultado de la acción antagónica de dos tipos de células: los osteoclastos, que disuelven la matriz ósea y liberan calcio y fosfato a la sangre, y los osteoblastos, que producen las fibras de la matriz ósea y se mineralizan mediante depósitos de fosfato y calcio.
Dentro de la glándula tiroides se localizan las glándulas paratiroides, productoras de la hormona paratifoidea, que hace aumentar la concentración de calcio en la sangre. El tiroides segrega la hormona calcitonina para disminuir el nivel de calcio en la sangre.
La remodelación del hueso permite al cuerpo mantener los niveles constantes de calcio en la sangre, indispensable para procesos como la coagulación sanguínea, el impulso nervioso y la contracción muscular. El nivel de calcio en sangre se mantiene por la acción de dos hormonas que controlan su absorción, su acumulación y su liberación, la calcitonina y la parathormona.
Cuando disminuye la concentración del calcio en sangre, la glándula paratiroides aumenta la producción de la hormona parathormona, que estimula a los osteoclastos para que liberen calcio a la sangre.También aumenta la reabsorción de calcio desde los ríñones hacia la sangre. Por otro lado, un aumento de la concentración de calcio en la sangre es detectado por la glándula tiroides que secreta calcitonina. Esta hormona mantiene los niveles de calcio en sangre inhibiendo la acción de los osteoclastos, disminuye la absorción intestinal del calcio y favorece su excreción por los riñones.