SOPORTES PARA TUBERÍAS
Los soportes para tuberías son elementos de muy diverso tipo, entre los que se encuentran, desde "pipe-racks" a muelles, y que se diseñan para soportar el peso propio de las tuberías y el fluido que estas contienen, garantizar la geometría del sistema, así como contrarrestar las vibraciones, y/o movimientos excesivos, originados por pulsaciones y/o dilataciones de líneas, y/o de equipos, tanques, torres, etc.
Si considerando un sistema de tuberías como un todo, incluyendo en él, desde uno de sus extremos, al que tomaremos como principio del sistema, a otro, al que consideraremos como el punto final de dicho sistemas, e incluimos en este, todos sus ramales, derivaciones, soportes, etc., debemos entender, que el sistema debe ser lo suficientemente flexible, como para poder absorber por si mismo, las dilataciones o contracciones producidas en el, y consecuentemente, los esfuerzos, momentos y tensiones que en el mismo se produzcan, sin exigir de los equipos con los que se conecta, reacciones o momentos, superiores a los limites fijados; en estas circunstancias, el sistema debe comportarse como un muelle, en el sentido mas gráfico de la palabra.
El Código ANSI B.31, establece reglas generales para evaluar la flexibilidad de los sistemas de tuberías; incluyendo el rango de tensiones admisibles para diversas temperaturas de operación y diferentes tipos o calidades de material para la tubería; el citado código sin embargo, no especifica como calcular las tensiones reales que se producen en los puntos críticos de cualquier sistema, ni tampoco nos indica, en que lugares se pueden encontrar dichos puntos críticos o peligrosos.
Para solventar este problema, se han editado textos que han tratado el problema bajo todos los puntos de vista imaginables, desde un plano puramente teórico, hasta las soluciones de tipo práctico, mediante gráficos, tablas o ábacos, que resolvían las formas típicas en que se fraccionaban los sistemas de tuberías.
La aparición de los ordenadores ha motivado, en parte, el abandono de esas soluciones gráficas, salvo en el caso de cálculos de pequeños sistemas.
Algunos expertos en el tema de “stress” sostienen que pueden seguir usándose las soluciones gráficas, ya que han sido suficientemente probadas, y que la citada simplificación no da lugar a una gran inexactitud en los resultados, ya que estos suelen estar mayorados, sin salirse de los márgenes de seguridad. Por otro lado, los programas permiten la solución de estos problemas, con un grado de exactitud, que también depende de las simplificaciones que se introduzcan en la entrada de datos para la modelización del sistema.