Las carcasas y virolas en la industria petroquímica
Los recipientes y depósitos que se usan en las plantas de procesos, por lo general tienen carcasas realizadas mediante chapas de acero con forma cilíndrica, es decir, esta parte de la envolvente esta formada por una serie de virolas, entendiéndose por virola a un trozo de chapa, que convenientemente curvada y soldada forma un cilindro carente de soldaduras circunferenciales.
Para dar a las chapas la forma apropiada, se suelen utilizar juegos de rodillos para flexionar la lámina.
En el esquema precedente la fuerza para flexionar la chapa se aplica a través del rodillo superior, el diámetro de curvatura de la virola se regula mediante la distancia entre los rodillos inferiores, en combinación con el descenso del rodillo superior. El curvado puede realizarse en frío, para pequeños espesores, o en caliente para los espesores gruesos, tras el curvado se procede a soldar los extremos.
Con este procedimiento se pueden construir virolas cilíndricas.
Las soldaduras de las virolas son axiales ya que son realizadas en paralelo con el eje longitudinal del cilindro que forma la chapa. Cuando el diámetro de la carcasa es igual o inferior a 24” o 609 mm, se suele utilizar tubería.
Los extremos de las virolas presentan dos tipos de acabados, sea cual sea el tipo de material:
Las chapas para los recipientes, se suelen clasificar de acuerdo con su espesor; los más
habituales son:
Las chapas más delgadas pueden llegar a tener hasta 20,0 m. (800”) de largo y un ancho de 5,0 m (195”), si bien lo más habitual son chapas de 6,0 x 2,0 m. o de 12,0 x 2,0 m., lo que suele condicionar el nº de juntas soldadas en los recipientes.
Para dar a las chapas la forma apropiada, se suelen utilizar juegos de rodillos para flexionar la lámina.
En el esquema precedente la fuerza para flexionar la chapa se aplica a través del rodillo superior, el diámetro de curvatura de la virola se regula mediante la distancia entre los rodillos inferiores, en combinación con el descenso del rodillo superior. El curvado puede realizarse en frío, para pequeños espesores, o en caliente para los espesores gruesos, tras el curvado se procede a soldar los extremos.
Con este procedimiento se pueden construir virolas cilíndricas.
Las soldaduras de las virolas son axiales ya que son realizadas en paralelo con el eje longitudinal del cilindro que forma la chapa. Cuando el diámetro de la carcasa es igual o inferior a 24” o 609 mm, se suele utilizar tubería.
Los extremos de las virolas presentan dos tipos de acabados, sea cual sea el tipo de material:
- Planos (para pequeños espesores).
- Con preparación de bordes (biselados).
Las chapas para los recipientes, se suelen clasificar de acuerdo con su espesor; los más
habituales son:
- La gama de 5 a 25 mm. (3/16" a 1” con incrementos de 1/16” ˜ 1,6 mm).
- La gama de 26 a 40 mm. (1 1/16" a 1 1/2” con incrementos de 1/8” ˜ 3,2 mm).
- La gama de 45 a 100 mm. (1 1/4" a 4” con incrementos de 1/4” ˜ 6,4 mm).
Las chapas más delgadas pueden llegar a tener hasta 20,0 m. (800”) de largo y un ancho de 5,0 m (195”), si bien lo más habitual son chapas de 6,0 x 2,0 m. o de 12,0 x 2,0 m., lo que suele condicionar el nº de juntas soldadas en los recipientes.

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