Tejidos, organos y sistemas
Todas las células de los animales se originan a partir de una única célula, la célula huevo o cigoto, resultante de la fusión o fecundación de dos gametos: el espermatozoide, procedente del progenitor masculino, y el óvulo, procedente del progenitor femenino.
La fecundación desencadena cambios en el cigoto que le preparan para la segmentación, como la síntesis de ADN y proteínas, y la reorganización del citoplasma, que hará que ciertas sustancias activen o desactiven determinados genes conforme avance el desarrollo embrionario.
Durante el desarrollo embrionario, el cigoto experimenta una serie de divisiones mitóticas y posteriores diferenciaciones celulares hasta transformarse en un organismo pluricelular semejante a sus progenitores. Este desarrollo se caracteriza por la formación de distintas estructuras que van aumentando el nivel de complejidad celular y las células se especializan en realizar determinadas funciones.
Las células especializadas se agrupan para formar tejidos, y estos se unen estructuralmente y actúan conjuntamente para formar órganos. Estos constituyen sistemas que llevan a cabo funciones complejas.
Grados de organización animal
Existen cinco grados de organización entre los distintos grupos de organismos unicelulares y pluricelulares. Cada grado es más complejo que el anterior y se construye a partir de él según un sistema jerárquico.
» Grado protoplasmático de organización. La organización protoplasmática se da en los coanoflagelados y en organismos unicelulares. El protoplasma de su única célula está diferenciado en orgánulos capaces de llevar a cabo todas las funciones vitales. Dentro de los límites celulares presentan una perfecta organización, con división de funciones, mecanismos locomotores, estructuras de soporte, fibrillas y sencillas estructuras sensoriales.
» Grado celular de organización. La organización celular es una agrupación de células funcionalmente diferenciadas que no tienden a organizarse en tejidos, pero entre ellas hay una distribución del trabajo. Este grado de organización es característico de las esponjas, que pertenecen a los parazoos.
» Grado de organización celular-tisular. Un tejido se forma cuando un grupo de células similares, que suelen tener un origen embrionario común, están íntimamente asociadas y adaptadas para desempeñar funciones específicas. Todavía se mantiene en gran medida un grado de organización celular porque muchas células están dispersas y no agrupadas en tejidos. Por ejemplo, los cnidarios poseen este grado de organización.
» Grado de organización tejidos-órganos. Cuando los tejidos se disponen en unidades funcionales aún mayores, se forman los órganos. Cada órgano está formado por más de un tipo de tejido y tiene funciones más especializadas que estos. Generalmente un determinado tipo de tejido, llamado tejido funcional, lleva el peso de la función principal del órgano y los otros tejidos, llamados tejidos de soporte, realizan una misión de apoyo. Los platelmintos son los primeros animales que poseen este grado de organización.
» Grado de organización órganos-sistemas. Cuando varios órganos actúan juntos para realizar determinadas funciones, surgen los sistemas orgánicos. A medida que los animales aumentan de tamaño, la superficie corporal crece lentamente con respecto al volumen corporal. Esta situación dificulta actividades que a lo largo de la evolución han sido subsanadas desarrollando sistemas de transporte interno que ponen en circulación a los nutrientes, a los gases y a los productos de desecho. Los nemertinos y todos los demás filos de estructura más compleja contienen este grado de organización.